El 60% de la península Ibérica es demasiado forestal. El proceso de limpieza y mantenimiento de los bosques genera cantidades muy importantes de biomasa, totalmente utilizable en equipos de producción de calor. Por lo tanto, el uso de la biomasa supone mantener los bosques autóctonos, la creación de puestos de trabajo y la independencia de los precios de los combustibles fósiles.

El ciclo de la biomasa se puede considerar como neutro en termita de emisiones de CO₂, componente que absorben los plantes durante su crecimiento. Por lo tanto, todo el CO₂ emitido en el uso energético de la biomasa no contribuye al incremento de su porcentaje a la atmósfera, ayudando a reducir el efecto invernadero y a evitar el cambio climático continuo.